miércoles, 2 de mayo de 2012

Mitos y Estereotipos sobre la persona Adulta Mayor



Existen muchos mitos sobre los adultos mayores asociados con el envejecimiento. La mayoría son desarrollados por la sociedad y casi siempre consideran aspectos negativos de la vejez. En muchos de los casos, estas ideas son generadas por la falta de conocimiento.

Aquí se muestran algunos de estos mitos.

1.- El adulto mayor siempre está triste o no es feliz. Como cualquier otra persona a cualquier edad, la felicidad depende de uno mismo y de su manera de ser, no tiene nada que ver con la vejez.
2.- El adulto mayor no tiene familiares que se preocupen por ellos. La mayor parte de ellos viven cerca de sus hijos o de algún familiar cercano que suele verlos con cierta frecuencia. En ocasiones, los adultos mayores que viven solos buscan crear núcleos familiares entre ellos mismos para ofrecerse ayuda cuando la necesiten.
3.- El adulto mayor es inútil. El adulto mayor puede reaccionar con mayor lentitud en cuanto actividades físicas se trata. Pero eso no limita su utilidad a la sociedad, ya que se trata de personas con mucha experiencia y que frecuentemente son más comprometidas con sus actividades, tienen rendimientos más regulares y faltan menos a sus trabajos.
4.- El adulto mayor no es capaz de hacer ejercicio. Al contrario, realizar ejercicio adecuado y moderado resulta beneficioso porque reduce la descalcificación ósea, fortalece el corazón y los pulmones, reduce la tensión arterial y mejora la fuerza muscular.


5.- El adulto mayor necesita ayuda en sus actividades cotidianas por problemas de salud. Muchos adultos mayores padecen diversas enfermedades y cambios degenerativos, pero la mayoría de ellos puede seguir realizando sus actividades de manera normal, lo cual le ayuda a mantener su calidad de vida y seguir activo e independiente. En algunos casos, necesitan de ayuda cuando tienen un problema crónicos.
  Los mitos más frecuentes sobre el adulto mayor son con respecto a su sexualidad,
A continuación el ejemplo de algunos de ellos:

-Por la edad se pierde el deseo y el apetito sexual. Falso. El psicólogo Luis Hernán Guerra señala que “es un mito que se pierde el deseo y el apetito sexual”. Si bien existen otros factores que pueden incidir estos conceptos, como por ejemplo las enfermedades que se relacionan con el paso de los años, muchas personas creen erróneamente que terminada su función reproductiva se pierde también el apetito y la función sexual, siendo que la sexualidad permanece, y que la respuesta sexual física a la estimulación se mantiene a pesar de los cambios hormonales y biológicos.

-No son sexualmente capaces. Falso. La sexualidad en la persona de edad avanzada, debe considerarse en una forma amplia e integral, incluyendo en ella tanto componentes físicos como emocionales. Por ello, se acepta como normal en el anciano ciertas modificaciones en el patrón sexual considerado como estándar si se relaciona con el adulto joven; éstas serían: disminución del número de coitos y el aumento proporcional de otras actividades sexuales como las aproximaciones físicas, caricias, ratos de intimidad emocional, de complicidad, relaciones de compañía o estimulación más directa, estas manifestaciones sexuales son muchas veces más ricas e intensas que el coito propiamente tal.

-El viagra es la única solución para la vejez. Falso. Según Barry Buffman, existen varios factores que condicionan la erección masculina. Algunos relacionados a temas físicos y otros netamente sicológicos. De este modo, el especialista sugiere que, más que probar con la pastillita azul (que más que una solución definitiva es un parche), comience una terapia o pruebe otros métodos como ejercicios específicos para esta problemática.
Las personas adultas mayores deben de tener una rutina de ejercicios diaria para conservar en un menor estado su salud. Así su salud en cuanto a lo sexual se verá beneficiada.

El fin de esta información brindada para los lectores que visiten el blog, es concientizar a los lee dores acerca de los mitos que giran en torno a la persona adulto mayor.  Y así educar a la sociedad actual, para que trate de una manera diferente a la que se han venido tratando durante mucho tiempo atrás a las personas ancianas. Y con esto lograr una mejor relación entre los adultos mayores y las personas jóvenes ya sean adultos, adolecentes o niños, para así lograr una sociedad no discriminatoria ni con marginaciones  por las limitaciones ya sean físicas o de cualquier índole que el envejecimiento trae consigo.





Publicado por:

Daniel Navarro
Kenneth Quesada
Fabian Borbon
Steven Cubero

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